viernes, 10 de febrero de 2012

Incompleta.

Hay algo que no me permite ser feliz, ni tener ganas simplemente de sonreir. Quizás sean las hormonas, que estás revolucionadas con tu vuelta. Puede también que sea yo, que no me hago sin ti. Y es que me siento incompleta, desde el día que te vi. Desde ese día, te echo cada día más de menos. Eres mi vida, ya lo sabes. Espera, no, no lo sabes. Ni lo vas a saber, claro está. Sí, hay un porqué. ¿Cual? Pues que no me da la gana de que sigamos como siempre. Prefiero ser yo esta vez la que diga cómo y cuándo, no tú. Parece estúpido, pero no lo es. Solo soy una entre cientas chicas que tienes a tu alrededor. No me apetece creerme tus mentiras y seguir siendo una boba. Prefiero ser tu amiga y tenerte cerca a querer ser algo más, cagarla y que te vayas de mi lado. Creeme, soy más que experta en esto. Eres una persona en la que confío, y sé perfectamente por qué: porque eres buena persona, y sé que aunque no hayamos dejado de hablar todo este tiempo, puedo seguir confiando en ti y contándote todo lo que quiera, porque antes que nada, somos amigos. Tú también sabes de sobra que puedes confiar plenamente en mí, te lo puedo recordar cuando quieras. No olvides que si tú no sonríes, yo no soy capaz de hacerlo. Eres mi vida, mi estado de ánimo, mi enano de ojos preciosos, mi borde, y por ti daría más que todo. ¿Lo más bonito que mis ojos han visto? Tú. No te vayas de mi lado, porfavor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario