lunes, 23 de abril de 2012

Tonterías.

Esas tonterías sanas que uno tiene, que no puede parar de hacer. Y sí, admitámoslo: todos tenemos nuestras propias tonterías. A veces, nos da por hacer algo absurdo pero que te encanta, sin motivo, sin saber por qué. Algo tan fácil como ir cantando por las calles con tu mejor amiga esa canción que tanto os encanta. ¿Quieres saltar? Saltas. ¿Quieres gritar? Gritas. ¿Quieres reírte a más no poder? No sé a qué esperas. Estas tonterías son las que, creas o no, te alegran la vida y te hacen verla de otra manera más positiva. ¿Qué seríamos nosotros sin ese día a día acompañados de nuestras gilipolleces? Para mí ya es como ley de vida. Esas ganas de reírte cuando te regaña tu padre por llegar tarde; esas canciones que tarareas porque te encanta pero no te sabes su letra; esas guerras que echas con tu amigo para ver quién se ríe antes; esos paseos que te das por la ciudad saltando al más puro estilo heidi. Millones de tonterías más que todos tenemos y que decoramos a nuestra manera. Y me llama la atención, porque es una forma fácil y estúpida de divertirte, de alegrar ese día que empezó tan mal.

1 comentario:

  1. Sé que te hacía ilusión que te dejasen algún comentario en el blog y que puntúen... así que aunque no sé que decir pues digo algo sin decir nada.

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