¿Te acuerdas de los abrazos que nos dimos? ¿Y de los 'te amo' que nunca nos dijimos pero que sentíamos de sobra? ¿Puedes memorizar aún esa frase tan esencial que me dijiste? Es espacial para mí, ¿lo sabías? Ya lo sabes. ¿Tu cabeza recuerda ese único pero intenso beso que nos dimos aquel día? Aquel en el que pasaron tantas cosas, ese que nunca olvidaremos. ¿Me conoces? Deberías deducir que me estoy muriendo cuando soy mala contigo, pero necesito serlo. Deberías adivinar todo lo que siento por ti. Esa bola inmensa de sentimientos. Sentimientos como cariño, amor, ganas de abrazarte, de sonreír a tu lado. ¿Eres el amor de mi vida? Pues si. Estoy segura. ¿Y qué hay del destino? Oh, sí, a ese le conozco bien. Me persigue desde hace casi dos años ya. Me dice que esto no puede ser así, que no debería haber cambiado nada. ¿Que qué le respondo? Pues que yo no soy la que quiso que cambiara, ni la que lo puede arreglar; que hable con él que es el que tiene todas las respuestas.
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