domingo, 22 de enero de 2012

La misma historia de siempre.

Y digo la misma porque aunque creía que ya había acabado, parece ser que no. Es como una de esas pelis que hacen que te crees que solo habrá una, que iba a ser única, y al paso del tiempo anuncian de que esa historia, no termina, hay una segunda. Dicen que las segundas partes son peores que las primeras. Puede ser que en nuestra historia también se aplique. Hemos vivido momentos muy especiales. MUY ESPECIALES. No sé si los que vivamos a partir de ahora, se igualarán a estos. Sé que hay algo, que nos impide que nos separemos. El destino, quizá. Te he querido más que he querido a nadie en mi vida, al igual que me has hecho sentir cosas que no imaginé que podría sentir. Una y mil veces más veces te lo diré: te quiero. Puede que no te lo diga así, con cada una de las letras, pero creo que de momento te lo he demostrado a más no poder. No voy a soltar la típica historia de que me quiero casar contigo, ni de tener dos hijos, ni de irnos a vivir a New York, ni de que esto será para siempre. Puede que no lo sea. En fin, solo tenemos quince años, nos queda mucha vida por vivir. Pero, ¿sabes qué?, te voy a decir una cosa, y es que todas las cosas anteriores, me encantarían que ocurrieran, por improbable que sean.

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