lunes, 12 de diciembre de 2011

Nuestra historia interminable.

Toda historia tiene sus momentos, casi siempre especiales y divertidos, aunque también suele haber de discursión. Hay historias raras y otras más normales; hay algunas que parecen de cuento y otras que son una verdadera pesadilla. La nuestra es especial, para nada normal y un poquito como la de las películas; está guiada mayormente por el destino; y sobre todo, hay demasiada esperanza de que salga bien. Una historia que no para, que sigue latiendo como mi corazón. Puede que haya habido épocas en las que no nos hayamos hablado o preferíamos no vernos, pero también otras que lo único que deseábamos era estar cada segundo al lado del otro, haciendo tonterías para que el otro se riera, abrazándonos,  picándonos, besándonos. Puede que por mucho que queramos ignorar todo esto, no queramos admitir que echamos de menos todo eso, que queremos volver a ser presos de esa felicidad. Esa felicidad llamado ÉL o ELLA.

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