lunes, 12 de diciembre de 2011

Vivir sin preocupaciones.

Que nadie te diga qué hacer. Simplemente disfrutar de cada cosa que haces. El secreto está en no arrepentirse de nada. ¿Cómo? Es simple. Antes de hacer una cosa, piensa si de verdad la quieres hacer. Si la respuesta es si, adelante; si es que no, PARA, porque está claro que es un error. También debes pensar en un futuro, porque si no haces una cosa que no quieres pero te perjudica el futuro, deberías plantearte si lo quieres hacer o no. Vivir sin preocuparte de la más mínima cosa. Ríe, baila, salta, pero sobre todo, disfruta. Haz todo lo que te apetezca hacer, porque puede que no haya un mañana y no hayas podido hacerlo antes de morir. Las miradas dicen muchas cosas, así que, ya sabes, si te aburre hablar, mira a la persona que quieres y transmítele todo lo que le quieras decir, que estoy segura que te entenderá y te devolverá la misma mirada.

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